La vitamina D, la vitamina del sol, ayuda al cuerpo a absorber calcio, fosfato y magnesio para formar huesos, producir energía y respaldar una variedad de otros procesos metabólicos en el cuerpo. En muchos sentidos actúa como una hormona y posee poderosas propiedades antiinflamatorias.
Se ha informado que los niveles sanguíneos bajos de vitamina D son un factor de riesgo de cáncer de mama. La deficiencia de vitamina D está significativamente extendida en pacientes con tumores triple negativos y puede desempeñar un papel beneficioso en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama.
Las investigaciones nos dicen que para los hombres que reciben terapia de privación de andrógenos para el cáncer de próstata, la suplementación con vitamina D puede ayudar a prevenir la pérdida ósea.
Los hombres, con los niveles más bajos de vitamina D, tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.
La deficiencia de vitamina D es extremadamente común entre las personas de piel oscura y morena. La deficiencia de vitamina D puede hacer que los hombres afroamericanos experimenten un cáncer de próstata más agresivo y tasas de mortalidad más altas a una edad más temprana.
Los estudios sugieren que la suplementación con vitamina D puede prevenir el cáncer de próstata y, de hecho, puede retardar o revertir el cáncer de próstata de bajo grado.
